Identificar
la felicidad cuando está a los pies de uno, tener valor y la determinación de
agacharse para tomarla entre los brazos... y conservarla. Eso es la inteligencia
del corazón. La inteligencia a secas, prescindiendo de la del corazón, no es
más que lógica, y eso no es gran cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario