sábado, 19 de noviembre de 2011

Cuando empiezas a encapricharte con alguien, siempre encuentras un motivo para pensar que esa persona es tu media naranja, cualquier motivo vale... como sacar fotografías del cielo nocturno por ejemplo. A la larga sería una costumbre irritante, que motivaría una separación, pero cuando estás enamorado, crees que es lo que has estado esperando durante años.
¿Alguna vez has salido de noche a contemplar las estrellas para ver si veías alguna estrella fugaz? Pasas las horas mirando el cielo, observando las estrellas y todas te parecen igual de hermosas. Sin embargo, lo que estas esperando es una estrella especial, una estrella fugaz. Ese tipo de estrella que sabes que solo vas a ver tú, durante un instante, y solo porque estabas mirando. ¿Alguna vez has visto una estrella fugaz y le has pedido un deseo? Esa estrella fugaz es, en ese momento, tu estrella. Y depositas en ella tus sueños, tus ilusiones… y a lo mejor se cumplen; o tal vez la estrella no estuviese escuchando en ese momento. No importa; lo que cuenta es que levantas la cabeza hacia el cielo para ver las estrellas, para encontrar esa estrella fugaz con la que compartes tu corazón un breve instante… aunque luego el deseo que formulaste no llegue a cumplirse nunca.
La vida es una línea delgada y muy frágil con momentos tan dolorosos que sientes que tu corazón no va a poder soportarlo y que se va a partir por la mitad, pero también tiene momentos tan maravillosos que no puedes dejar de recordar que a pesar de todo lo malo la vida es un milagro tan maravilloso que ni siquiera todos los libros de medicina que se han escrito, pueden explicarlo.
No te enamores de los recuerdos, las cosas nunca serán igual.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Dicen que cuando algo nuevo llega a tu vida esta cambia completamente, da un giro radical entre lo que era antes y lo que está por venir. Últimamente no me puedo quejar de los cambios que se están dando en la mía. Debo decir que todo se lo tengo que agradecer a algo o, mejor dicho, a algunas personas. En este mundo, a un océano de distancia existen cinco chicos completamente asombrosos que lograron cambiar mi punto de vista al extremo. Me hicieron diferente a como era. Muchos se preguntaran… ¿Cómo puede una persona que no conoces cambiar de esa manera la vida de alguien? Entonces pienso y opino… No importa si esa persona ni siquiera sabe de tu existencia, lo importante es lo que te transmite, lo que te inspira. Yo tengo mucho que agradecer. Gracias a ellos soy completamente inmune a las críticas de los demás, a decir verdad… Me importa un comino lo que piensen de mí. Me siento un ser liberal y no tengo intenciones en cambiar lo que soy. Gracias a ellos conocí a personas maravillosas, personas totalmente geniales. Nunca tuve la oportunidad de conocer a esas chicas y a esos chicos en persona, pero sé que algún día lo voy a poder hacer. Aunque un monitor de computadora y algunos kilómetros nos separen sé que puedo contar con ellos y que ellos pueden contar conmigo. Son esos amigos/as que te sacan una sonrisa cuando más lo necesitas, los que entienden tus locuras, los que entienden más que nada cuando uno bromea o se refiere a una levite o al mismísimo Taylor Lautner. Son aquellos que te hacen descostillarte de la risa más de cinco veces en un solo segundo. Por eso gracias, gracias 1D y gracias a todas las personas geniales que conocí por ellos. Estoy orgullosa de todo lo que logramos y ojalá podamos ir por más. Así que solo me queda por decir… Gracias.
Es muy fácil sentirse incomprendido, sentir que nadie puede entender los problemas por los que nos vemos enredados. Hagamos lo que hagamos, decidamos lo que decidamos... Siempre va a haber una persona que cuestione nuestras acciones, que nos haga sentir completamente fuera de lugar. A veces es difícil hacer oídos sordos a estos comentarios pero ¿Qué importa? Lo que en verdad nos tienen que preocupar son nuestros sentimientos, lo que nosotros elegimos y lo que decidimos seguir eligiendo. Si hicimos, dijimos o pensamos algo fue por nuestra propia decisión y los demás no tienen el derecho a cuestionarnos.

Hay personas que al enterarse de algo dan sus propios puntos de vista pero… ¿Y si esos puntos de vista nos terminan lastimando en vez de ayudarnos? Algunas veces cuando pedimos un consejo o una opinión los demás no hacen más que revelar sus propios pensamientos, sus maneras de actuar frente a una situación. No todos somos iguales y no todos vamos a reaccionar o a tratar las circunstancias de la misma manera pero, por eso mismo, uno tiene que saber medir sus propias palabras. Hay que saber entender cuando uno es juzgado y porque, o cuando uno mismo juzga. Uno no trata de taparle los ojos a otra persona, mucho menos de cegarla. Uno no trata de herir los sentimientos del otro, más aun si es un familiar o un amigo. Simplemente es lo obvio, todos somos diferentes y captamos las cosas de maneras distintas. La gente cuando dice las cosas no mide sus palabras, solo se deja guiar por su mente y por lo que le parece que debe decir. La verdad es que no piensan en lastimar al otro- al menos en la mayoría de los casos-, lo que esperan es hacerle algún tipo de bien. Porque, como ya mencione antes, cada uno tiene su punto de vista de la situación y para cada persona su manera de ver las cosas es la manera correcta.