sábado, 29 de junio de 2013

El silencio es a veces mejor que mil palabras juntas. Con los ojos se puede describir precisamente como nos sentimos sin necesidad de mover la boca. A veces, es necesario callar y dejar que cada quien interprete tu silencio como se le de la gana.
Así como hay momentos en que la vida cambia en un instante, habrá un momento  en que lo que te parecía imposible se tornará un sueño hecho realidad. Todo sucede por una razón, todo ocurre a su debido tiempo.
Abrir los ojos te puede llevar toda una vida, ver es solo cuestión de un instante.
Nunca pude entender la típica discusión entre la razón y el corazón ¿Qué clase de sentido tenía aquella extraña relación? “Siempre hay una primera vez para todo”- dicen. La vida a veces nos lleva por caminos que nunca pensamos transitar y nos pone en situaciones límites; nos hace tomar decisiones que podrían modificar nuestras vidas totalmente. Entonces, realmente ¿Qué ocurre cuando la razón y el corazón se contradicen? ¿Qué sucede cuando tu cabeza te dice que algo es una mala idea y tu corazón te insinúa todo lo contario? Muchas veces nos ponemos en víctimas por el hecho de no saber que decisión tomar o como actuar ante una situación pero la verdad es que nosotros nos transformamos en propias víctimas de nuestras mentes. Formulamos una realidad totalmente dispersa a lo que es el mundo para, así, tratar de evitar lo que en realidad nos pasa ¿Será que en cierto punto estamos tan acostumbrados a buscar la felicidad que no queremos dejar de hacerlo? ¿O será que realmente nos da miedo poder llegar a cumplir lo que tanto imaginamos?  

Cuando el corazón se decide, no se debe esperar.
Es tan importante dejar marchar ciertas cosas, soltarlas... la gente tiene que comprender que nadie juega con las mismas cartas, a veces ganamos y a veces perdemos. No esperes que te devuelvan nada, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, cierra ciclos. No lo hagas por orgullo ni por incapacidad, sino porque esto, simplemente, ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia de disco, limpia tu vida.