lunes, 19 de marzo de 2012



Las personas cambian para que aprendas a dejarlas ir. Las cosas salen mal para que las valores cuando están bien. Crees algunas mentiras para que eventualmente aprendas a no confiar tan rápido... Y a veces, las cosas buenas se van, para que mejores cosas puedan llegar.



No es necesario mostrar la belleza a los ciegos, ni decir verdades a los sordos... Pero nunca mientas para quienes te escuchan, ni decepciones a los ojos que te admiran. Borra con una sonrisa toda la tristeza que te invade, así no darás a los que te odian la alegría de verte llorando... pero darás a los que te aman, la alegría de verte sonreír.


Dicen que para olvidarte tengo que viajar a Marte, hacer 300 años de terapia y decidir, dejar que pase el mes de Abril, juntar todas las hojas del otoño.

Da el primer paso con fe. No tienes por qué ver toda la escalera. Basta con que subas el primer escalón.
Jamás olvides que tu vida es más grande que tus miedos, que tus fuerzas son mayores que tus dudas. Que aunque tu mente esté confundida, tú corazón siempre sabrá la respuesta. Con el tiempo lo que hoy es difícil, mañana será un tesoro. Pelea por lo que realmente te llene el alma, y ten la virtud de saber esperar, porque todo lo que tiene que ser... será.
La vida te da momentos, que solo TU decides si los vives o no. Solo recuerda que nadie los vivirá por ti en ninguna circunstancia, debemos hacer lo que sentimos y en el momento que consideremos oportuno. Lo más importante es que TÚ te sientas bien. Se TU y punto, lo demás sobra.

Cuando un cristal o un plato se rompen generan sonido de algo rompiéndose. Cuando una ventana se hace añicos, la pata de una mesa se rompe, o se cae un cuadro de la pared hace ruido. Pero cuando tu corazón se rompe, el silencio es total. Es algo tan importante que piensas que su ruptura hará tal ruido que se oirá en todo el mundo, o sonará como un gong o un timbre. Pero simplemente hay silencio y entonces es cuando desearías que hubiese algún sonido que distrajese tu dolor.

Si lo hay, es interno. Es un grito y nadie puede oírlo, solo tú. Es tan alto que tus oídos pitan y tu cabeza duele. Es tan salvaje, como una herida abierta expuesta a agua marina, pero cuando realmente se rompe, solo se oye el silencio. Gritas en tu interior, pero nadie puede oírlo...
Un buen destino es que dos personas se encuentren, cuando ni siquiera se estaban buscando.

domingo, 18 de marzo de 2012

La vida puede darnos miles de sorpresas y algunas hasta desagradables... El secreto esta en no desesperar y aprender a caminar sobre las piedras mirando fijo hacia nuestro objetivo final, y en ese camino ver con cuidado quienes están esperando que nos tropecemos y quienes siempre están atentos a que lleguemos al final del camino.