Cuantos caminos y cuantos
desvíos, cuantas decisiones y cuantos errores
en ese largo viaje que es la vida.
De vez en cuando, una mujer se siente perdida, y cuando eso ocurre, lo mejor es
olvidar lo que debió o pudo haber hecho y seguir adelante. Mientras avanzamos
por esa infinita carretera con destino a quien esperamos ser, a veces no puedo
evitar pensar “¿habremos
llegado ya?”
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