Quererte fue una estupidez total, un paso más allá del bien y el mal. Una tormenta de dolor, una historia de terror; un sueño rosa que hoy es gris, palabras sin valor. Sé que fui ingenua y me sentí colgando mariposas en el cielo y hoy estoy temblando al ras del suelo. Fui ingenua y te volví mi aire y hoy la vida es un desierto por amarte a corazón abierto. Intentaré reconstruir mi paz, quemar tus besos, no mirar atrás. Te di mi oxígeno y mi voz, hice un mundo para dos; hiciste que creyera en ti y después dijiste adiós
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