¿Por qué no? Esa es la pregunta que nos tenemos que hacer en la mayoría de los casos. La duda, el arrepentimiento, la vergüenza; son cosas que nos impiden avanzar, que nos dejan anclados en una instancia de la vida y nos hacen perder en medio de una tormenta imaginaria creada por nuestro subconsciente.
El no y el sí se ven distanciados por un abismo, un abismo hondo y que pareciera no tener fondo. A veces elegimos la respuesta más fácil, el “no”, solo para evitar caer en ese abismo. Muchas veces damos un no como respuesta por el hecho de que tenemos miedo al fracaso, tenemos miedo a avanzar y que eso nos cueste un tropezón. Pero ¿Y que hay con el sí? Todos alguna vez en la vida le tienen miedo al sí. Significa cambios, significa algo nuevo ¿Y quién no le tiene miedo a lo nuevo? Lo nuevo nos atrae, pero al mismo tiempo nos asusta, nos preocupa.
Entonces ¿Por qué no? ¿Por qué no decir si? ¿Por qué no arriesgarnos por todo eso que nos gusta? ¿Por qué no demostrar lo que sentimos? ¿Por qué no ser diferente? ¿Por qué no expresarse? ¿Por qué no avanzar? ¿Por qué no reír? ¿Por qué no llorar? ¿Por qué no disfrutar cada momento? ¿Por qué no VIVIR?  
En español, en ingles... En cualquier idioma, la cosa  es igual... ¿Por qué no? ¿Why Not?