viernes, 27 de mayo de 2011

No sé ni dónde, ni cuándo, ni cómo surgió el típico dicho de “a las palabras se las lleva el viento” ¿Qué clase de estupidez es esa?
Nos comunicamos mediante palabras. Las palabras nos dicen todo lo que hay a nuestro alrededor, nos permiten construir una realidad. Las palabras no se pueden esquivar, no se pueden esconder. Las palabras se pueden remplazar con gestos, pero esto no cambiaría nada; al fin y al cabo las cosas se entienden de todas formas.
Palabras que hieren, palabras que curan, palabras que lastiman… ¿Cómo se supone que es posible que olvidemos algo que nos dijeron y que nos dolió en el fondo del alma? ¿Cómo olvidar ese momento tan importante en nuestras vidas? ¿Cómo olvidar un te amo? ¿Cómo olvidar un te odio? ¿Cómo olvidar el nombre de esa persona? ¿Cómo olvidar las cosas que escuchamos? Las palabras no se pueden olvidar tan fácilmente. Nuestra cabeza no incluye un botón de Escape, delete o suprimir. Para mí, claramente, a las palabras no se las lleva el viento.

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